Introducción
¿Crees que las comidas de las aerolíneas se preparan improvisadamente la mañana de tu vuelo?
El proceso de desarrollo de comidas de Air Dolomiti lleva un mes entero, desde el concepto hasta la bandeja, con pesos de proteínas exactos, especificaciones de guarnición y pruebas de sabor que rivalizan con las de los programas de competencia de cocina.
Esto es lo que realmente sucede en las cocinas de las aerolíneas.
El proceso que dura un mes
Lo que esperaba que fuera un rápido recorrido por la cocina del aeropuerto de Frankfurt se convirtió en una inmersión profunda en la logística de catering de las aerolíneas.
Air Dolomiti crea comidas de clase ejecutiva para sus 2,5 millones de pasajeros anuales, trabajando con GIC International Catering aproximadamente un mes antes de que aparezcan las nuevas comidas a bordo.
Cada plato debe coincidir exactamente con las fotos y las especificaciones, abarcando todo, desde el peso de las proteínas hasta las cantidades de guarnición.
Esto permite que la aerolínea audite a su proveedor de catering en cualquier momento: básicamente, un control de calidad a través de contratos, lo que garantiza que los pasajeros obtengan experiencias consistentes en lugar de lo que la cocina quiera servir.
Dentro del proceso de cata
La operación de la cocina de la aerolínea se parecía sorprendentemente a un programa de competencia de cocina.
El personal de la aerolínea prueba varios platos mientras tiene en cuenta factores como la hora del día, la demografía de los pasajeros y si la gente realmente disfrutará comiéndolos en la altura.
El proceso de eliminación es metódico:
¿Esto funciona para un vuelo con desayuno?
¿Los viajeros de negocios apreciarán este perfil de sabor?
¿Puede la tripulación de cabina explicar qué contiene?
Los platos que sobreviven a este escrutinio llegan al menú.
Clase ejecutiva: autenticidad italiana
El dolomiti de aire gira cuatro platos semanalmente para cada tipo de comida, evitando que los volantes frecuentes enfrenten opciones repetitivas.
Sus menús de verano e invierno reflejan la disponibilidad estacional y las preferencias de los pasajeros.
El enfoque italiano es profundo.
Se sirven exclusivamente vinos italianos, con selecciones que cambian trimestralmente, con aproximadamente 2.500 botellas de cada variedad por trimestre.
Han instalado máquinas de café expreso adecuadas para un servicio de café italiano auténtico, lo que genera buenas opiniones entre los pasajeros.
El café Illy, los vinos regionales cuidadosamente seleccionados y el prosecco crean una auténtica experiencia italiana en lugar de un servicio premium genérico.
La economía también recibe el trato del chef
Incluso los pasajeros económicos que compran en el menú Spazioitaliabar obtienen opciones cuidadosamente preparadas.
Air Dolomiti colabora con los chefs de la asociación JRE (Jeunes Restaurateurs), quienes proponen sándwiches y ensaladas que pasan por el mismo riguroso proceso de selección que las comidas de clase business.
Trabajar con chefs hace que la comida que compran a bordo sea mejor que la típica comida preparada de las aerolíneas, manteniendo los estándares culinarios italianos.
Las restricciones ocultas
La preparación de alimentos en las aerolíneas presenta limitaciones que los restaurantes tradicionales no afrontan.
El limitado equipo a bordo restringe los métodos de cocción, mientras que los equipos de catering deben adaptarse a diversas necesidades culturales, religiosas y dietéticas.
Además, existe el desafío de conseguir ingredientes frescos para los vuelos que salen de distintos aeropuertos.
Lo que más me impresionó fue la precisión requerida.
Cada elemento debe ser reproducible, tener el peso adecuado y poder sobrevivir al viaje de la cocina al avión, al almacenamiento en carritos y a los cambios de temperatura sin perder textura ni sabor.
Conclusión
El proceso de creación de comidas en un avión implica más planificación de la que la mayoría de los pasajeros imaginan. Cada plato representa semanas de desarrollo, pruebas y perfeccionamiento antes de llegar a su bandeja.
Lo que más me sorprendió fue el genuino cuidado que tuvieron en las opciones de clase económica.
En lugar de tratar la compra a bordo como una mera generación de ingresos, mantienen estándares culinarios que reflejan su herencia italiana.
El catering de las aerolíneas implica concesiones, pero el proceso de Air Dolomiti demuestra cómo una planificación minuciosa puede generar experiencias auténticas.
El cronograma de desarrollo de un mes de duración garantiza pruebas adecuadas, mientras que las especificaciones contractuales evitan variaciones en la calidad con el paso del tiempo.
Para los viajeros de Air Dolomiti, esto explica por qué su atención a Italia parece genuina y no superficial.
Comprender el proceso te hace apreciar la complejidad detrás de la cena simple en vuelo.