Introducción


Generalmente, que la tripulación de cabina me pille tomando fotos significa problemas, pero los auxiliares de vuelo de Emirates me preguntaron si quería una selfie en su lugar.

Eso resume por qué a la gente le encanta volar con ellos: realmente parecen disfrutar de su trabajo, a diferencia del malhumorado servicio que ofrecen algunas aerolíneas.

De Melbourne a Singapur por $240 solo ida me pareció bastante razonable. Con solo 80 pasajeros en clase turista, tenía espacio de sobra para probar su servicio de comida.

Comidas especiales


Emirates ofrece 13 opciones de comidas especiales (menos que algunas aerolíneas de Medio Oriente), pero se concentran en ejecutarlas correctamente.

Todas las comidas estándar tienen certificación Halal, pero si tienes requisitos dietéticos específicos, haz tu pedido con 24 a 48 horas de anticipación a través de su sitio web.

Nuestra guía de comidas especiales cubre todas las opciones, desde comidas para diabéticos y sin gluten hasta comidas Jain vegetarianas.

En el suelo


El vuelo EK 405 partió de Melbourne a las 18:55 con solo 80 pasajeros reservados en clase económica, lo que permitió disponer de amplio espacio para acomodarse y relajarse.

La tripulación fue amable desde el principio: en lugar del embarque apresurado habitual, entregaron kits de servicios, menús de a bordo, tarjetas de aterrizaje y paquetes para niños antes del despegue.

Los kits de amenidades no son simplemente gestos simbólicos: máscara para los ojos, tapones para los oídos, calcetines y cepillo de dientes que realmente usarías, entregados antes del despegue en lugar de hacerte pedirlos más tarde.

El menú ofrecía dos platos principales (pollo o ternera), además de las guarniciones y opciones de postre habituales.

Servicio a bordo


Cuarenta minutos después del despegue, la tripulación comenzó con comidas especiales y el servicio de champán reservado con antelación.

Unos cincuenta minutos después del despegue, empezó el servicio de comida principal. Pedí pollo.

La bandeja de comida era de un tamaño decente con cubiertos de metal real, algo refrescante teniendo en cuenta que la mayoría de las aerolíneas cortan porciones y te dan cucharas de plástico.

Emirates utiliza bandejas de comida más grandes en lugar de las pequeñas y compartimentadas que utilizan la mayoría de las aerolíneas.

Hace una verdadera diferencia cuando no estás luchando por espacio mientras comes.

El pollo con miel y soja y arroz jazmín dio en el clavo: carne tierna con una salsa que realmente tenía sabor.

La ensalada de cereales con salmón ahumado fue un toque agradable en lugar de la habitual lechuga blanda, y la rodaja de dátiles y coco con salsa de frambuesa fue mucho mejor de lo esperado para un postre de avión.

Con sólo ochenta pasajeros a bordo, la tripulación recogió las bandejas de comida unos 20 minutos después, seguidas del servicio de té y café.

A la tripulación realmente le importaba el servicio: se arrodillaban para hablar con los pasajeros en lugar de estar encima de ti y venían con agua y jugo cada 45 minutos en lugar de desaparecer después del servicio de comida.

La selección de bebidas también era sólida: licores como Jack Daniels y Hennessy VS, además de jugos no sólo de naranja y manzana.

Este servicio consistente no es casual: Emirates programa su servicio en función de las zonas horarias de destino en lugar de solo la duración del vuelo, lo que demuestra que están pensando en la comodidad de los pasajeros.

Servicio específico de ruta


Esta ruta Melbourne-Singapur obtiene un servicio mejorado porque Emirates compite directamente con Singapore Airlines aquí.

En rutas europeas más cortas de menos de 5 horas, es posible que te ofrezcan un servicio de refrigerio.

Aún así, rutas competitivas como ésta reciben el tratamiento completo con porciones de comida adecuadas y múltiples rondas de servicio.

Aproximadamente 1 hora y 45 minutos antes de aterrizar en Singapur, comenzó el segundo servicio de comidas, primero con comidas especiales.

Quince minutos después, me dieron un sándwich de pollo, un panecillo y agua, además de la variedad habitual de bebidas del carrito.

Algunos vuelos de Emirates ofrecen servicio de pizza durante el vuelo en lugar de sándwiches: auténtica pizza caliente con auténtico queso derretido.

Un menú impreso enumera opciones de desayuno como frutas frescas, tortilla de queso, crepes de verduras, pav y pizza vegetariana, junto con bebidas como jugos, té y café, perfecto para una reseña gastronómica de Emirates.

La ruta Dubai-Bangkok recibe este tratamiento, junto con fruta fresca disponible en la cocina durante todo el vuelo.

Después de haber tenido una comida sustancial anteriormente, el segundo servicio fue bastante satisfactorio.

Todo venía perfectamente ordenado en una pequeña bandeja de plástico que parecía reutilizable en lugar de derrocharla.

Conclusión


Emirates cumple lo que promete en clase turista. La comida era excelente, con porciones abundantes, y la tripulación fue realmente servicial. Pequeños detalles, como ofrecer selfies, demuestran que no tienen miedo de ser humanos.

El pollo con miel y soja estaba realmente bueno, los cubiertos de metal hacían que comer pareciera menos estar acampando y el servicio regular de bebidas te mantenía hidratado sin tener que pedir agua.

Esas bandejas de comida también marcan la diferencia: la mayoría de las aerolíneas optaron por bandejas diminutas y compartimentadas para reducir costes. Aun así, Emirates mantuvo el formato más grande, para evitar amontonar la comida en un espacio del tamaño de un smartphone.

La sincronización del servicio demuestra que priorizan la comodidad del pasajero sobre la eficiencia operativa: programan las comidas según las zonas horarias de destino, no la duración del vuelo. Pequeños detalles que diferencian a las aerolíneas premium de las de bajo coste.

Emirates le ofrece un servicio confiable y comida decente a precios competitivos.

La actitud de la tripulación por sí sola hace que valga la pena elegirlo en lugar de portaaviones en los que sientes que los molestas con solo existir.