Introducción


¿Pagar 30€ por comida indonesia de avión que podría pasar por comida de restaurante?

Las comidas mejoradas de KLM realmente ofrecen sabores auténticos y una presentación adecuada.

El Bami Goreng tenía capas complejas de especias que iban aumentando el picante gradualmente, mientras que el tempeh no era el insulso sustituto occidental que sirven la mayoría de las aerolíneas.

La experiencia de comida mejorada


Lo que llegó realmente parecía prometedor.

La presentación parecía vibrante y sustancial.

Los múltiples compartimentos crearon anticipación en lugar de esa sensación de hundimiento que se siente cuando la mayoría de las comidas de las aerolíneas llegan tristes y desinfladas.

El Bami Goreng estaba en su punto. Los fideos de arroz absorbieron los complejos sabores de las especias, conservando su textura en lugar de desmoronarse.

La carne estaba lo suficientemente tierna como para cortarla con cubiertos de plástico, con sabores que generaban calor gradualmente en lugar de simplemente atacar la lengua.

El tempeh me sorprendió: tenía un sabor adecuado y una textura firme en lugar del insípido sustituto de proteína que sirven la mayoría de las cocinas occidentales.

La ensalada rujak era fresca, con frutas y verduras tropicales, aunque el nivel de picante era más intenso de lo que esperaba.

El sambal proporcionó un auténtico toque indonesio en todo momento.

Para el postre, la bavarois de coco ofrecía una dulzura tropical cremosa que sabía a coco fresco en lugar de saborizante artificial.

La verdadera estrella fue el pastel spekkoek en capas: finas capas alternadas de vainilla y especias que requieren una habilidad especial para su ejecución.

Comparación de la clase económica estándar


Los pasajeros que eligen comidas en clase económica estándar obtienen opciones calientes competentes, como platos de pollo o vegetarianos, con guarniciones decentes.

Una bandeja de comida y bebidas en un avión.

La tripulación entregó todo con genuino cuidado, y el postre de tarta de manzana especiada mantiene los estándares de calidad sin la profundidad cultural de las opciones de mejora.

Es una comida perfectamente comestible que cumple su función; no tiene nada de malo, simplemente no es memorable.

Hay un panecillo en una bandeja en un avión.

Bocadillos y segunda comida

Los bocadillos especiales holandeses, como las barras de chocolate Koetjes reep, estuvieron disponibles en la cocina durante todo el vuelo.

Además, sirvieron una segunda comida de pizza antes de aterrizar que superó las expectativas a pesar de su evidente origen congelado.

Conclusión


Por entre 19 y 30 €, esta mejora supone una mejora significativa respecto del servicio económico estándar.

La comida indonesia muestra la autenticidad cultural al tiempo que proporciona porciones sustanciales y complejidad de sabores genuino.

Podría haber sido servido en un restaurante indonesio decente sin llamar la atención.

Si aprecia la auténtica cocina étnica y quiere que la comida de su vuelo sea memorable y no sólo combustible, el servicio a la carta de KLM ofrece una mejora que vale la pena para la experiencia económica.

En lugar de ofrecer porciones ligeramente más grandes que la comida estándar de las aerolíneas, han creado experiencias culinarias genuinas que rivalizan con los restaurantes en tierra.

Hay que reconocerle el mérito a quien lo merece: KLM ha acertado con este concepto.